Durante el día, ofrece un espacio orientado al bienestar y al relax frente al mar, mientras que al caer la tarde se transforma en un lugar de encuentro animado, con un ambiente exclusivo y cosmopolita.
Con su reciente apertura, uno de los principales retos era conseguir visibilidad inmediata y generar notoriedad de marca en una zona tan competitiva como Estepona y Marbella, donde conviven numerosos restaurantes, clubes de playa y espacios de ocio de alto nivel.
Para responder a este desafío, se diseñó una campaña de publicidad exterior centrada en soportes de gran impacto y alta cobertura. La pieza principal fue una valla de gran formato, de 16×6 metros, ubicada en una de las entradas más transitadas de Estepona. Este soporte permitió a Eva anunciarse de forma contundente desde el primer día, captando la atención tanto de residentes como de turistas que acceden a la ciudad.
Para complementar esa presencia fija y reforzar la frecuencia de impactos, la campaña se extendió a un autobús integral que cubre la ruta Estepona–Marbella, uno de los trayectos más concurridos de la Costa del Sol. Este formato móvil aseguró una exposición constante de la marca en distintos puntos del recorrido, maximizando el alcance y conectando con audiencias muy diversas a lo largo del litoral.


El resultado fue una campaña sólida que combinó notoriedad instantánea con visibilidad diaria y cercana al público objetivo. Eva Estepona logró posicionarse como una de las aperturas más comentadas de la temporada, proyectando una imagen de exclusividad y estilo en línea con su propuesta gastronómica y de ocio. Gracias a la combinación de gran formato estático y soporte móvil, el beach club pudo acelerar su posicionamiento en el mercado y consolidarse rápidamente como un nuevo referente en la Costa del Sol.